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Aquí la semilla, el micelio de esta desobediencia! 2020-21. Instalación (bolsas de cultivo de setas castañeras o maitake [Grifola frondosa]; grabaciones sonoras: 4 min 7 s; 6 min 46 s; 6 min 44 s; 4 min 19 s; 3 min 51 s; 6 min 15 s; 8 min 4 s; 5 min 28 s). Voces: Mireia Freixas Torras, Paula Honrubia y Ares Piqué. Textos de la autora. Códigos QR y fotografías con lupa binocular y microscopio. 

Pieza encargada para el proyecto comisariado por Christian Alonso, Imaginarios multiespecies. El arte de vivir en un mundo de contingencia e incertidumbre. La Capella, Barcelona (2022). Centre d'Art la Panera, Lleida (2023).

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Fotografias de esta página: Edu Pedrocchi, Jordi V. Pou i Olga Olivera-Tabeni

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Olga Olivera-Tabeni, ¡Aquí la semilla, el micelio de la desobediencia!, 2021-2022. Serie de ocho relatos que se sumergen en la vida social de los hongos; unos seres que, siguiendo a la antropóloga Anna Tsing, podríamos definir como multiplicidades no totalizables que nos invitan a desarrollar un pensamiento y una práctica colaborativa, solidaria y anti-capitalista basada en el cuidado y el florecimiento con otras especies. Olga Olivera entiende la narración como herramienta para hacer más sensible nuestra existencia colectiva y construir percepciones no antropocéntricas con los seres que habitan el planeta. Partiendo de experiencias e investigaciones situadas, metodologías ecofeministas y prácticas de escucha y mapeos de procesos medioambientales, la artista articula historias donde los seres humanos permanecen entrelazados en tupidas redes de intercambios material-semióticos con otros seres. Para Imaginarios multiespecies, la artista sonifica ocho relatos espaciotemporales donde combina la práctica especulativa, crónica etnográfica, teoría política, memoria histórica y crítica literaria. Conectado cada uno de ellos a bolsas de cultivo de una especie de hongo llamado maitake (Grifola frondosa), la artista imagina otras realidades pasadas presentes y futuras, y se hace eco del leitmotiv harawayano “importa qué pensamientos piensan pensamientos. Importa qué conocimientos conocen conocimientos. Importa qué relaciones relacionan relaciones. Importa qué mundos mundializan mundos. Importa qué historias cuentan historias” (Haraway, 2019, 66). Recorriendo-mapeando-sintiendo diferentes entornos, seres, agencias y mutaciones, Olivera sensibiliza la vibración de la materia, y nos advierte que, del mismo modo que los hongos, solo podremos sobrevivir si cooperamos entre humanos y con otras especies. Sus visiones, sensaciones, reflexiones y reconfiguraciones nos invitan a fortalecer prácticas de cuidado hacia los otros, de mantenimiento y reparación de nuestro dañado mundo, para que podamos vivir tan bien como sea posible. Esto conlleva entender que nuestros cuerpos se encuentran en todo momento entrelazados con otras criaturas con los que formamos una compleja red de correspondencia que sostiene la vida.

 

Texto de Christian Alonso. Curador de la exposición, Imaginarios Multiespecies, el arte de vivir en un mundo de contingencia e incertidumbre, colectiva para la que se hizo la pieza.

 

 

 

 

Una historia de ocho hongos vivos y sus correspondientes micelios desencadenan historias excéntricas y reflexiones sobre las relaciones que establecemos con estos seres vivos, cuestionando la supremacía humana y proponiendo una acción deconstructiva, descentralizada, horizontal, decolonizadora y anticapitalista.

Menospreciados y ocultados así siempre han estado los hongos. Y, no por casualidad, Carl Linnaeus los eliminaría de su Systema naturae y los llamaría directamente mundo del caos.

Aquí la semilla, el micelio de la desobediencia, habla todos ellos; desde las cabezas peludas o barbudas como hongos antisistema incontenibles, como cuerpos licuados negros que son, pero que al mismo tiempo poseen una extraña capacidad de generar arte, como si fueran destilados libertarios, de action painting. O los fungi imperfecti, las trufas, o las masas madre como Sally en la canción de Lou Reed "Ride Sally Ride".

Sin embargo, también se habla de los matsutake, hongos de la contradicción, dentro de esta nueva economía del naufragio. O los Ganoderma lucidum, los hongos de yesca, u otros hongos de la madera, auténticos devoradores que podrían convertirse en armas de guerrilla, anarquistas anticapitalistas, masticando toda nuestra sociedad consumista, todo deseo de propiedad.

Aquí la semilla, el micelio de la desobediencia, también trabaja desde el becoming. Desde la idea kafkiana de la metamorfosis, o las referencias a Moebius, a Rosi Braidotti, con la idea tal vez ilusoria, utópica y extravagante de llegar así algún día a ser un verdadero becoming hongo.

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Olga Olivera-Tabeni

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Más información:

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https://www.lacapella.barcelona/es/imaginarios-multiespecies-el-arte-de-vivir-en-un-mundo-de-contingencia-e-incertidumbre

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https://www.lapanera.cat/es/programacion/exposiciones/imaginaris-multiespecies-terres-de-lleida

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