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Olga Olivera-Tabeni. Militancia germinada. Estructura de madera de 90x90x80 cm, plantas vivas, reproductores de MP3, auriculares, audios, códigos QR para móvil, luces para cultivo de plantas de interior, aparatos de riego, soporte de goteo. Voz de los audios: Mireia Freixas Torras. Confinamiento 2020.

El confinamiento, y como a través de plantas confinadas hablantes, podemos generar una actuación de militancia, que sea la base y germine en el mismo espacio confinado, como pequeñas grietas de resistencia.

Tanto tiempo encerrados dentro de muros nos abre al pensamiento, ante la inevitable incertidumbre del ser, la fragilidad de los cuerpos o la evidencia de nuestra debilidad. La posible respuesta de mucha gente ha sido poner plantas en los balcones, ventanas, jardines particulares -o incluso plantas de interior- y cuidarlas.

Pero a la vez nos remite al confinamiento de Rosa Luxemburgo, la activista que pasó por las cárceles de Berlín, Wronke y Breslau, St Lazare en París, Leipzig ... Por ser militante, insumisa, inconformista, ante un sistema que ahuyenta siempre al diferente. Los estados siempre han tenido mecanismos para la eliminación del indeseado o el incómodo, y muchas veces han hecho uso de confinamientos y separatismos como mecanismos de exclusión social, racial, sexual. Desde la caza de brujas, lazaretos, los manicomios del XIX, las prisiones a lo largo de los procesos históricos, las corrientes higienistas, o la ley de vagos y maleantes de 1933, actualizada después por el régimen franquista.

Militancia germinada habla de todo ello, del confinamiento que crea el estado de alarma, y de los usos o abusos que se puedan derivar de estas actuaciones. En un estado de alarma, no debe resultar extraño que surjan resistencias. El término resistencia - resistance - sería difundido durante la Segunda Guerra Mundial, para designar un tipo de ciudadanos, que de manera espontánea, desorganizada, y al margen del ejército oficial lucharon para frenar el avance fascista.

Y, de cómo la estancia de Rosa Luxemburgo en estos centros penitenciarios le serviría como inspiración para ejercer la botánica. De la militancia política, a la militancia botánica. De una forma de resistencia a otra. Las plantas no son formas sensibleras, sino que pueden ser potentes herramientas de militancia. Son mundialmente conocidos sus diecisiete cuadernos de herbarios realizados entre 1913 y 1918 en las cárceles de Berlin, Wronke y Breslau, o las cartas enviadas a Sophie Liebknecht donde las referencias a las plantas son una constante. El trabajo con estas y desde su confinamiento, serviría como acto de liberación.

La última planta del herbario, en el número XVII, fechada un 15 de octubre de 1918, era una candelaria, Verbascum lychnitis. Rosa Luxemburgo es asesinada exactamente tres meses después. La realidad de Luxemburgo nos deja ver en definitiva la fina línea que separa la botánica de la política y la lucha militante.

 

 

 

 

PLANTAS VIVAS PRESENTES EN LA PIEZA:

Candelaria (Verbascum thapsus), trébol rojo (Trifolium hirtum), ortiga falsa (Lamium maculatum), diente de león (Taraxacum officinale), orquídea (Phalaenopsis mix. Asian Coral), pensamientos (Viola × wittrockiana), Veronica (Veronica officinalis ), thuja (Thuja occidentalis), geranio (Pelargonium Graziosi Piccola), petunia Surfinia (Petunia × atkinsiana Surfinia Group), plantago coronopus, malva (malva silvestris), violeta -confinada del patio de mi madre- (Viola odorata), té bord, té falso, té de nueva España, hierba de los leprosos - considerada especie exótica con potencial invasor- (Chenopodium ambrosioides).

 

 

 

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Àudio plantago coronopus

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Rosa Luxemburg Herbarium. Thuja occidentalisLamium maculatum, Trifolium.

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