Olga Olivera-Tabeni
OLGA OLIVERA-TABENI, artista, mayor de edad y domiciliada en Bell-lloc d’Urgell, procedió el 1 de noviembre de 2020, a raíz del cierre perimetral y confinamiento municipal experimentado debido a la pandemia, y después del "Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo", por el cual se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de la crisis sanitaria ocasionada por la "COVID-19", a recorrer una parte del término del mencionado pueblo desde estos márgenes, o líneas perimetrales. Barreras o cercas simbólicas impuestas, que según las órdenes y contraórdenes de aquellos momentos no se podían atravesar. Se tomó como punto de partida el ángulo N.E. que corresponde al límite del término del pueblo con el de Bellvís, en el lugar conocido como "la Boga" -topónimo que seguramente hace referencia a las plantas herbáceas, juncos, del género “Typha”- y que marca con “l’Espartar”. El recorrido se inicia en el borde de la vía blanca de la carretera “LV-3311”. Allí, la línea separadora, pasa al margen de fincas, llenas de ruderales como el “Hordeum murinum”, “Amaranthus deflexus” (bledo arrastrado), “Malva sylvestris”, o el “Sonchus tenerrimus”. Y junto a una granja arriba, con un tejado y grandes canalones para el transporte de agua que parecen de uralita, este material prohibido y complejo, unas piedras plantadas a manera de pequeños menhires, y una extraña palmera de oasis, una "Thachycarpus fortunei". A 100 metros más abajo nos encontramos en el lugar conocido como "Vinyes del mig", por los cultivos que debieron haber estado allí hasta la aparición de la filoxera en 1863, pero que ahora no deja ningún rastro. Si miramos hacia adelante -en esta parte prohibida- podemos ver las torres eléctricas de alta tensión que recorren el paisaje. Desde este último punto y en dirección norte, se han medido 40 metros y se ha encontrado una zona húmeda junto a la "Riera de Maldanell", llena de "Arundo donax", que hoy tendemos a eliminar al considerarla una especie exótica invasora, pero que antes era el epicentro de todo un sistema de vida, el rizoma, por ejemplo, se utilizaba como filtro natural para retener las impurezas de los canales de riego, o para hacer los tradicionales cañizos, encañizados y techos rasos, flexibles y mucho más ecológicos que los hechos con materiales como las resinas epoxi... O para buscar y delimitar un área determinada como la que aquí se presenta. O desde allí, midiendo 3 o 4 pasos, o 5, corresponde a una marca con un trozo de teja, que tiene una "P" pintada fluorescente, y luego otras plantas similares a "l’Arundo donax", o como la subcosmopolita "Phragmites australis", también conocida como cañís o caña borda. Y cerca de un pozo para regar a mano o detener el agua, de un paisaje que se retrata a través de todas estas manchas y capas históricas superpuestas, y que nunca deja ningún trozo, fragmento, para pensar en algún tipo de terreno o territorio comunal, lo que antes era conocido en los documentos antiguos como común de la villa. Todo lo que hay aquí hoy es tierra de alguien; y todo al mismo tiempo también es una ecología altamente antropocéntrica. Y más hacia el norte, a 75 pasos de la última parada, encontramos una señal de caza de segundo orden: “A.C. Bellvís-10.223”. Y después, hay espinos -”Rubus ulmifolius”- y una bolsa de plástico que ha quedado atrapada y que ahora parece como un pequeño columpio entre los arbustos. Y otra vez una señal de caza, “L-10110”, y otra bastante extraña, “FP 1160”. Y un margen quemado por el campesino, todo negro, en el que destacan restos de caracolillos blancos y las pioneras “Cirsium arvense”, llenas de espinas que se abren a su paso. Mirando hacia afuera del perímetro, aquel al que no podíamos ir -pero aún así, cruzamos en aquel momento- identificamos restos de plantaciones de maíz, probablemente algunas de sus variedades transgénicas como la "Bt11", la "1507" o la "MON810", formando hileras y dibujos en el paisaje, tal vez como un "Land art" completamente libre y anónimo. En el fondo, y a mano derecha, a 100 pasos, hay una casita de tapia, sencilla, de dos aguas, que nos recuerda la típica casa de los dibujos infantiles. Enlucida ahora con cemento, y llena de proclamas y deseos de alguien, "políticos estafadores", "Eskupe a la bandera" y finalmente la "A" siempre encerrada en anarquía. Y sigue más adelante esta línea perimetral, en dirección oeste, sur y sureste, aquella que en aquel momento no podíamos salir, dentro del modelo disciplinario, y la ley.
Y así continúa, describiendo una serie de detalles geográficos y naturales, señalando lugares específicos en el recorrido y comentando la presencia de elementos como torres eléctricas de alta tensión, zonas húmedas con diversas especies vegetales, señales de caza, una casa de adobe con consignas y deseos escritos en sus paredes, entre otros.
Los límites están contados y se refieren al Norte Verdadero y a la graduación centesimal. La documentación adicional de este documento, que incluye un rollo fotográfico, se podrá encontrar en el enlace proporcionado en el código QR.
Olga Olivera-Tabeni. "Recorriendo el término por la línea perimetral, después del Real Decreto 463/2020". 2020-22.
Texto-pieza originalmente creada para el proyecto "Tancats al Montsant" de la artista Montserrat Cortadellas. Comisariado. ADDEND, la Morera de Montsant, Tarragona.
http://addend.comissariat.cat/?page_id=5384
https://drive.google.com/file/d/1IBf8pD9uyYBcp_AAukwPqQXDcs3dl5e5/view?pli=1
Enlace a las imágenes del texto (accesibles originalmente a través del código QR)